¡La mayoría la rompió después! Todos los ganadores del Golden Boy

Alineaciones iniciales

Napoli (4-3-3): Milinković-Savić; Di Lorenzo, Rrahmani, Buongiorno, Gutiérrez; Anguissa, Lobotka (sustituido por Lang), McTominay; Politano (sustituido por Neres), Højlund, Elmas. Suplentes: Contini, Ferrante, Juan Jesus, Olivera, Vergara, Beukema, Ambrosino.

Eintracht Frankfurt (3-4-2-1): Zetterer; Collins, Koch, Theate; Kristensen, Chaibi (sustituido por Dahoud), Larsson (sustituido por Skhiri), Brown (sustituido por Amenda); Götze, Bahoya (sustituido por Knauff); Burkardt. Suplentes: Grahl, Santos, Wahi, Doan, Chandler, Buta, Batshuayi.

NÁPOLES — El conjunto alemán, que había recibido diez goles en sus dos presentaciones europeas anteriores, llegó a Italia con una consigna clara: no encajar más tantos.

El técnico Dino Toppmöller, consciente de la fragilidad defensiva de su equipo, abandonó su estilo ofensivo habitual para apostar por una línea de cinco defensores, que en muchos momentos se transformaba en seis cuando Chaibi retrocedía para reforzar las bandas.

La estrategia surtió efecto desde el inicio: con los once jugadores de Frankfurt replegados detrás del balón, el Napoli se vio incapaz de encontrar espacios ni ritmo de juego.

Matteo Politano fue anulado por la firme marca de Brown y la incansable ayuda de Chaibi en el costado derecho, mientras que por la izquierda Eljif Elmas logró cierta libertad en los primeros minutos e incluso estuvo cerca de abrir el marcador con un potente disparo que Zetterer logró desviar. Sin embargo, con el paso del tiempo, también su influencia disminuyó al sumarse Collins a la doble marca.

El planteamiento no cambió tras el descanso. Frankfurt se dedicó exclusivamente a defender, mientras que la posesión de Napoli fue estéril y sin profundidad. De hecho, la ocasión más clara del segundo tiempo fue para los alemanes, cuando Knauff quedó solo frente al arco, pero definió directo a las manos de Milinković-Savić.

En el tramo final, los dirigidos por Antonio Conte aceleraron el ritmo e intensificaron la presión, mientras que Frankfurt se animó a atacar un poco más. Los alemanes rozaron el gol cuando un despeje de Miguel Gutiérrez casi termina en su propia portería, y poco después McTominay desperdició la mejor oportunidad napolitana al mandar su disparo por encima del travesaño tras una gran jugada de Anguissa.

Ya en el tiempo añadido, Højlund tuvo la última ocasión del partido, pero su remate débil fue fácilmente contenido por Zetterer.

El resultado dejó un sabor amargo para el Napoli, que volvió a evidenciar sus dificultades frente a rivales defensivos y cerrados: pocas ideas, escaso ritmo y falta de agresividad. Una combinación que compromete su futuro en la fase de grupos de la Champions League.

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