Placas en Casa Blanca ridiculizan a Biden y Obama, según prensa
Donald Trump colocó placas bajo los retratos de expresidentes en la Casa Blanca, criticando y ridiculizando a Biden y Obama.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, colocó placas con inscripciones bajo los retratos de expresidentes en el "Paseo de la Fama Presidencial" de la Casa Blanca, donde critica y ridiculiza a sus predecesores demócratas. Bajo la imagen de Joe Biden —a quien sustituye con una fotografía de un bolígrafo automático— se lee que fue "el peor presidente en la historia de EE.UU.", mientras que a Barack Obama lo describe como "una de las figuras más divisivas", en una muestra inédita de desdén oficial hacia exmandatarios.
Un "homenaje" cargado de desprecio y referencias personales
La prensa acreditada pudo observar este miércoles por primera vez las placas instaladas en la columnata del Ala Oeste. La dedicada a Biden (2021-2025) reza: "el dormilón Joe Biden fue, de largo, el peor presidente en la historia de Estados Unidos". En lugar de su retrato, se colocó una foto de un bolígrafo automático, en alusión a la afirmación recurrente de Trump de que su antecesor "no sabía lo que firmaba". Para Obama, se utiliza su nombre completo "Barack Hussein Obama" y se le tilda de "figura política divisiva".
Tratamiento diferenciado para republicanos y el caso Clinton
En contraste, las inscripciones de expresidentes republicanos son elogiosas. La de Ronald Reagan asegura que "ganó la Guerra Fría" y que "era un fan del presidente Donald J. Trump". Para el demócrata Bill Clinton, se reconoce su "excelente" gestión económica pero se añade "a pesar de sus escándalos", recordando además que su esposa, Hillary Clinton, perdió las elecciones de 2016 contra Trump. Este tratamiento asimétrico subraya el carácter partidista y personal de la galería.
Un intento más por reescribir la historia y marcar la Casa Blanca
Este "Paseo de la Fama" es uno de los muchos cambios que Trump ha ordenado para dejar su huella personal en la sede del poder ejecutivo, siendo el más significativo la construcción de un gran salón de baile que implicó la demolición de la histórica Ala Este. Las placas ofensivas rompen con la tradición de respeto institucional hacia los expresidentes, independientemente de su afiliación, y consolidan un estilo de gobierno que utiliza los símbolos oficiales para combates políticos y ajustes de cuentas personales.
Reacciones y el mensaje detrás de la polémica galería
Aunque las reacciones oficiales de los aludidos no se han producido, analistas interpretan la acción como un mensaje claro a su base política y un intento por definir narrativamente su legado frente al de sus predecesores más inmediatos. La decisión de instalar estas placas pocos meses antes de las elecciones de 2026 refuerza la estrategia de polarización de Trump, erigiendo símbolos de confrontación incluso en los pasillos más tradicionales de la Casa Blanca.
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