El consumo de marihuana se relaciona con un riesgo dos veces mayor de fallecer por enfermedades cardíacas, según una reciente revisión de estudios científicos.
La investigación, publicada el 17 de junio en la revista Heart, también reveló que el uso de cannabis está asociado a un incremento en la probabilidad de sufrir un infarto o un accidente cerebrovascular.
“Estos resultados coinciden con los de revisiones previas que ya señalaban un vínculo entre el cannabis y afecciones cardiovasculares”, señaló el equipo encabezado por Emilie Jouanjus, profesora de farmacología en el Hospital Universitario de Toulouse, Francia.
En un editorial que acompaña el estudio, los autores advierten que estos hallazgos ponen en entredicho la creencia de que la marihuana conlleva pocos riesgos para el corazón.
Los editores sugieren que el cannabis debería tratarse de forma similar al tabaco: no criminalizarse, pero sí desalentarse activamente, incluyendo medidas para proteger a la población del humo de segunda mano.
“Es fundamental implementar advertencias claras en los productos y ofrecer educación sobre los riesgos cardiovasculares asociados al consumo de cannabis”, escribieron los autores del editorial, liderado por Stanton Glantz, profesor retirado de medicina en la Universidad de California en San Francisco.
Para esta revisión, los investigadores analizaron datos de 24 estudios previos que en conjunto incluyeron aproximadamente a 200 millones de personas de entre 19 y 59 años.
Los resultados mostraron que quienes consumen marihuana tienen el doble de riesgo de muerte por enfermedad cardíaca, un 29% más de probabilidades de sufrir un infarto y un 20% más de riesgo de padecer un derrame cerebral.
No obstante, los estudios revisados no diferenciaron si estos riesgos se deben específicamente al consumo de marihuana fumada o si también se aplican a otras formas como los comestibles.
Tampoco se evaluó con precisión la cantidad consumida, ya que las encuestas solo preguntaban si los participantes eran consumidores actuales o si habían usado cannabis en el último mes o año.
“Si bien la mayoría probablemente lo haya inhalado, principalmente al fumarlo, las formas de consumo están evolucionando rápidamente. Por ello, los estudios futuros deberían incluir datos más específicos sobre la vía de administración y la potencia del cannabis”, subraya el editorial.
En Estados Unidos, el consumo diario de cannabis entre adultos de 35 a 50 años se triplicó entre 2008 y 2023, pasando del 2.5% al 7.5%, alcanzando niveles similares al consumo diario de alcohol o tabaco en ese grupo de edad.
La tendencia es aún más preocupante entre los jóvenes de 19 a 30 años, donde el uso diario de cannabis se cuadruplicó desde 1990, afectando actualmente a 1 de cada 10 (10.4%), una proporción significativamente mayor que la del consumo diario de alcohol o cigarrillos (ambos con 3.6%).